En CAMDE, nuestro traumatólogo especialista en condromalacia rotuliana en Málaga atiende este tipo de lesión trabajando especialmente en la prevención de la degeneración del cartílago y tratando la misma en sus fases iniciales para evitar que éstas evolucionen hacia una artrosis irreversible.
Antes de referirnos con concreción a la condromalacia rotuliana, conviene aclarar algunos conceptos básicos para posteriormente poder comprender este tipo de lesión.
El primer término es el del cartílago articular, que consiste en un tejido formado por células (condrocitos) que en su conjunto forman una superficie blanquecina, brillante y lo suficientemente dura para tapizar la zona ósea que roza con otro hueso formando la articulación.
El daño de determinadas zonas del cartílago articular que hacen que el mismo pierda sus propiedades mecánicas adelgazándose y/o desgastándose, es lo que se conoce como condromalacia. El cartílago sufre una erosión y reblandecimiento que, cuando afecta a la rótula o la rodilla, se conoce con el nombre de condromalacia rotuliana.
El daño en el cartílago articular puede aparecer principalmente por dos mecanismos distintos. Por un lado puede deberse a un traumatismo único, intenso y localizado, con frecuencia relacionado con un esguince severo, una luxación o una inestabilidad articular preexistente. Este mecanismo conlleva la fractura o fragmentación de una porción determinada del cartílago. Por otra parte, y de forma mucho más frecuente, el daño en el cartílago puede aparecer por una sobrecarga mecánica continuada que conlleve el desgaste progresivo del cartílago. Se suele deber a alteraciones en el eje de carga de la extremidad que condicionan la sobrecarga, y un mayor desgaste, de una zona de la articulación, o a una inestabilidad articular permanente como secuela de una menisectomía o de la rotura de ligamentos.
También pueden influir factores genéticos que tengan que ver con una alteración en la estructura de la rodilla: así existen factores ortopédicos hereditarios que provocan que la rótula esté desplazada hacia el lado externo de la rodilla, así como el hecho de tener repliegues de tejido fibroso en la cápsula articular y el alerón rotuliano externo que también pueden provocar un desplazamiento de la rótula cuando la rodilla se mueve.
Además existen otros factores externos que influyen de manera negativa en el desgaste del cartílago articular como son el sobrepeso, el uso de un calzado inadecuado o la debilidad en la musculatura (artrofia).
Con carácter general, la condromalacia rotuliana en adolescentes y personas jóvenes se debe fundamentalmente a sufrir cierta sobrecarga y sobrepresión en la rodilla, mientras que en el caso de las personas mayores, son las enfermedades degenerativas las protagonistas en el desgaste y debilitamiento del cartílago articular.
La exteriorización de esta lesión se concreta en dolor en la rodilla durante el movimiento, dolor que empeora cuando se suben o bajan escaleras, en la posición de cuclillas, tras estar un largo rato sentado con la rodilla semiflexionada (sentado en la oficina, en el cine, al conducir…), etc. También se pueden sentir ruidos (chasquidos) en la articulación, hinchazón y limitación en el movimiento de la rodilla por el dolor.
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Se clasifica en grados de I a IV dependiendo del nivel de adelgazamiento del cartílago.
En CAMDE, el doctor Vicente de la Varga, traumatólogo especialista en condromalacia rotuliana en Málaga, realizará una resonancia magnética para confirmar si los síntomas expuestos con anterioridad efectivamente corresponden a esta lesión.
La resonancia magnética es el único medio que certifica si el cartílago está erosionado o ha sufrido un adelgazamiento. La ecografía no se utiliza en la rodilla porque no es capaz de demostrar la lesión en profundidad y tampoco los rayos X, ya que aunque pueden ver el adelgazamiento en la articulación, no pueden determinar la consistencia del cartílago.
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Durante la fase aguda, el tratamiento será principalmente antiinflamatorio y analgésico, combinándolo con sesiones de fisioterapia (liberación miofascial, estiramientos y técnicas de electroestimulación).
En la siguiente fase, el tratamiento tendrá como objetivo potenciar las fibras musculares a través de la electroestimulación. Los entrenamientos o ejercicios realizados tendrán como objetivo reducir al máximo la carga articular, de forma que exista una mejora en la biomecánica de la rótula y en la flexibilidad muscular.
En el caso de que se trate de un problema ortopédico-genético, la cirugía es la solución.
El objetivo de este tratamiento es estimular el crecimiento y desarrollo de las células madre propias del tejido. Nuestro traumatólogo especialista en condromalacia rotuliana lo recomienda para los casos en que la degeneración del tejido es leve, ya que habrá suficientes células madre locales que puedan reparar el daño.
Dr De La Varga
Traumatología Avanzada
Antes de la Cirugía
Cuidados Post Operatorio
Protocolos Rehabilitación
Terapias Regenerativas